Tu gracia me sustenta.
Día tras día aprendo de ti y en ti. Aprendo a depender de tus fuerzas, de tu gracia, de tu sabiduría. No es fácil! Pero no es imposible y verte me inspira a continuar. Lamento quejarme tanto y dejar que la tormenta de afanes nuble mi vista. Lucho por no perder el objetivo, el rumbo, pero inevitablemente, a veces lo pierdo. Es complejo vivir en medio de una sociedad tan contaminada y en un sistema asquerosamente pervertido y no manchar las ropas blancas que me compraste. Trato de sacudir el polvo que cae en ellas, de no ensuciarme demasiado en el lodo, pero algunas veces termino más negra y tiznada de lo que desearía. Perdón. Gracias por volver a recogerme, ungir mis heridas, sanarlas y abrazarme con ese cálido amor que te caracteriza. Gracias por no verme como yo me veo, por ver el producto final de tu sacrificio y darme aliento para que los procesos duelan menos. Déjame ser un odre nuevo, quiero serlo para ti! Quiero tu vino en mí. Enséñame a amarlos a todos tal y como tú lo haces, a dejar de ser lo que soy y dejarte ser tú en mí. Más de ti y menos de mi... Compárteme de esa tu sabiduría, guíame con tu inteligencia, porque quiero escucharte y eres el mejor dando dirección y consejo. Déjame admirarte, déjame contemplarte, quiero adorarte, quiero querer lo que tú anhelas, pensar como tú, quiero tus sueños y los deseos de tu corazón gobernando mi interior. Trae el cielo. Establece tu reino en mí. Toma tu lugar. Habla con mi boca, ama con mi corazón.
Dios te guarde hija siempre con ese Amor a nuestro Dios El es Fiel y verdadero no desmayes animó en Cristo hay poder te amo
ResponderEliminar