Procesos... Etapas de la vida en las que aparentemente todo está caótico y sin sentido, cuando estás en camino a algo, pero no sabes a qué, cuando sientes que pierdes el rumbo. Procesos, sin los cuales no se llegaría al propósito real, al resultado final, a la consumación.
En medio del camino, cuando estás justo en el punto en que al voltear atrás, ya no alcanzas a ver el inicio porque has avanzado bastante y no puedes regresar, pero al mismo tiempo ves al frente, al horizonte y tampoco logras ver el final. Cuando desconoces el propósito de todo lo que sucede a tu alrededor, es justo entonces cuando necesitas confiar y esperar. De cualquier forma no puedes hacer nada más.
¡Otra etapa inicia! Adiós personas que marcaron mi vida, y le dieron una chispa especial en su momento a esta escala del viaje. ¡Hasta pronto! Fue bueno tenerlos en mi vida. Agradezco por este precioso instante de la eternidad que pudimos compartir. Pero todo tiene un principio y un fin... Decir adiós puede doler, de hecho duele y mucho. Pero no los puedo retener en mi vida para siempre, menos si no tengo razones suficientes para hacerlo.
Cuando decidí que el timón del barco ya no lo controlaría yo, entonces el rumbo cambió. Ahora el capitán conoce el camino y el destino. Sé que Él es sabio al manejar, pero desconozco sus pensamientos. Solo me muevo en medio de la mar, tratando de mantener la calma. No entiendo lo que pasa, pero trato de confiar. Dudo, temo, lloro, me cuestiono. Pero muy en el fondo sé y reconozco que es lo mejor, siempre ha sido lo mejor y que él tiene el control de todo.
Los que nacen del Espíritu son como el viento, que ni sabes de dónde vienen ni hacia dónde van. Todo es un exquisito misterio que le da a mi vida ese sentido de asombro y expectación, pero también temor e incertidumbre.
Confiar y esperar? Está bien, lo acepto.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario aquí y si no tienes niguna cuenta solo escoge la opción "Nombre/URL"