¡Tu gracia me asombra! ¡Tu creación me cautiva, tu amor me deleita, tu poder me renueva! Tu bondad me da gozo.
¿Cómo puedo callar tu misericordia? ¿Cómo puede el mundo no creerte? Si le creen al mentiroso, al falso, al hombre, ¿Cómo podemos no creer al único que no miente? Eres un misterio revelado. Eres una obra terminada. Quitas el velo que cubre los ojos de quien te place, das entendimiento a quien deseas, y permites que otros simplemente no vean, o al menos no hasta que sea su tiempo. Llenas de ricas bendiciones, das fortaleza al cansado y multiplicas las fuerzas al que no tiene ninguna. Nos permites seguir respirando un minuto más.
No lo haces por que haya en nosotros un buen corazón, ni por que lo merezcamos, no lo haces por nuestras buenas obras, ni por los magníficos pensamientos que creamos que hay en nuestra cabeza. No, lo haces por amor. ¡Qué mayor prueba de amor! Lo haces por que te place, porque te nace, porque te gusta hacerlo. Porque eres el amor mismo.
Los humanos solo somos creaciones tratando de jugar a amar, fallamos y cometemos errores, culpamos al amor de ello y no nos damos cuenta que siempre hemos sido nosotros los que no comprendemos lo que amar implica. No es por culpa del amor que sufrimos, es por que no sabemos amar. Y como no sabemos amar, tampoco sabemos perdonar. Somos viles, bajos, inmundos, mediocres. Y culpamos de eso al amor! Qué tristeza. Hablamos de amor como si lo conociéramos!
Decimos que creemos amar pero no es cierto, no es así. Nadie puede amar de verdad! Es imposible para el hombre. Podemos intentar, claro está, pero el amor puro y genuino, solo vendrá de lo alto, del padre de las luces, del Señor de la creación, del Rey del universo. Él es amor. Su bondad inmerecida, no me cabe en la cabeza, su pasión por esta humanidad, me es increíble, no la puedo describir, no hay palabras en la tierra, en ningún idioma, que logren capturar y encerrar lo que él siente por nosotros.
Aun cuando no crean que le haya, cuando nieguen su existencia, cuando se encierren en su mundo y crean que lo que tienen es por sus fuerzas y su trabajo.
¿No comprenden que no son capaces de hacer que su propio corazón lata? ¿No entienden que les es imposible controlar su vida? ¿Su muerte? ¿Su existencia? No somos nada. Él lo es todo. Y aun así, siendo nada, siendo polvo, siendo arena, siendo frágiles y como un vapor que ahora es y mañana ya no es, nos ofrece ser príncipes, reyes y sacerdotes, nos ofrece sentarnos junto al trono , disfrutar de maravillas, gozar sin final, disfrutar para siempre. Es asombroso. Simplemente profundo. Involucra entender con el alma, no con la mente, aceptar con el corazón abierto, derramando la sangre que en él se encuentra pero captando y percibiendo lo que hay allá afuera, lo espiritual, lo que todos ignoran. No temas, no tengas más miedo, no te preocupes , ya no hace falta. Ya él lo hizo todo, ya él venció, ya ganó la batalla. Ya fue suficiente.
Yo no tengo palabras para lograr que tú entiendas. Yo no puedo cambiar tu forma de pensar y de ver la vida, ni si quiera quiero hacerlo. Sólo Él puede y cuando sea tú momento, entenderás.
Pero cuando comprendes, no puedes seguir siendo el mismo. Sabes que has estado desperdiciando tu vida porque no la usaste para servirle a Él. Quieres gritarlo! Cantarlo, mostrarle al mundo entero lo que has entendido. Pero nadie te cree, nadie comprende, nadie quiere ver. No es tu culpa, ya llegará el momento para cada persona. Pero si lo entiendes, si entiendes de que hablo, no seas el mismo. ¡Cambia ya! Haz algo nuevo, pídele que te ayude a ser una nueva criatura, que Él escucha. Cuando oras, no hablas al viento, no. Él escucha cada palabra que dices, incluso las que no son dichas, pero están escondidas en los rincones de tu mente, temerosas de salir. Solo intenta...
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