Mi espacio!

Déjame compartirte algo que aprendí sobre la identidad. Aprendí que la identidad es tan vital en un ser humano que define sus pensamientos, acciones, relaciones, emociones, y en general, su todo. Una persona que tiene clara su identidad no pelea por ganar la valoración de otros, sabe su valor . No se ofende cuando la difaman con mentiras, porque sabe quién es ella realmente. Una persona con identidad no grita desesperadamente por obtener "respeto" de otros, no es necesario, porque una persona que anda en integridad en su identidad, por ende, es alguien respetable.  Existen varias corrientes filosóficas que han tomado fuerza en nuestros días a partir de la falta de identidad en las personas, y que se han aprovechado de esta confusión existencial para poder influir en las masas. No es difícil adivinar a cuáles corrientes me refiero, pero igual las mencionaré. Principalmente hablaré de dos: el movimiento LGBTQ y el feminismo. Permítanme dirigirme a cada uno de forma parti

Cruzar todo el océano, viajar hasta el otro lado del mundo, solo para darte cuenta que todo lo que necesitas siempre ha estado en casa: tu Dios, tu familia, tus hermanos en Cristo. Conocer una de las más bellas ciudades de Europa y reconocer que aun así, tu lugar favorito siempre será en los atrios de la casa de Jehová. Saber que aunque haya palacios exuberantes, ciudades que parecieran sacadas de un cuento de hadas y fortalezas que cuentan mil historias, aun así, una ciudad que no conoce a Cristo, está muerta, vacía, no tiene nada. Eso es lo que aprendí en mi viaje a Budapest, Hungría. (24/09/18)