Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2016

Una carta para mi amado

Querido Redentor: Si pudiera verte un minuto... Ver tu rostro resplandeciente por sesenta segundos, creo que lo primero que haría seria caer a tus pies, totalmente rendida a ti, lloraría con todas mis fuerzas, temblaría, eso es seguro. Clamaría por tu perdón, imploraría por tu misericordia. Si hallo gracia delante de tus ojos, y no muero; si quedo viva después de presenciar al gran creador de todo lo que hay (visible e invisible), no haría nada más que alabar. No pediría nada más, no hablaría mucho, solo te adoraría. Te exaltaría con todo lo que soy. Tú mereces, tú eres digno de toda alabanza! Toda la tierra tiembla al sonar de tu nombre. El mundo entero, el universo entero, los cielos se sacuden al contemplar tu gloria, tu increíble majestad. Eres tan grande, Dios! Tan asombroso, tan magnifico. Todo emana de ti, es para ti y es de ti. Eres todo. Ser consciente de que tú, gran creador y redentor, me has escogido como hija tuya: Hija del Altísimo, es sublime. No lo concibo del todo